Termino la clase de yoga y me como el coño de la profesora
933He encontrado en el yoga no solo un nuevo hobbie, sino en una manera de mantener mi cuerpo y mi mente bien sanas. La profesora que tenemos tiene mucha experiencia y tras la clase, quiso charlar conmigo para preguntarme como me sentía. Pero al mismo tiempo empecé a notarla rara y comenzó a tocarme, mostrándose muy cariñosa y calentando el ambiente. La situación era insostenible y las dos terminamos muy cachondas, quitándonos los panties y comiéndonos los coños mutuamente.