Para el coche y masturba su coño con la ayuda de un consolador

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Volvía a casa del trabajo, pero esta rubia tenía una necesidad imperiosa de masturbarse en ese mismo momento. No podía esperar ni un minuto más, así que detuvo el coche y se aseguró de que no hubiese nadie cerca. Sacó del bolso una polla de plástico y un vibrador, empezando a estimular su coño y a llegar al orgasmo en el asiento delantero. Al final y gracias a su consolador, pudo calmar sus necesidades y regresó a casa con una sonrisa en la cara.