Nos vamos al lago y disfrutamos de sexo duro al aire libre

Como hacía buen tiempo y las playas siempre están llenas de gente, mi pareja y yo decidimos ir al lago para disfrutar de un buen baño y tomar el sol. Pero cuando llegamos y vimos que no había nadie, nos invadió el morbo y yo no pude controlar mis deseos por probar las curvas de mi mujer. Nos quitamos la ropa y finalmente, terminamos teniendo sexo duro al aire libre, empotrando a la gorda de mi esposa y corriéndome en su cara para acabar.